El 6 de noviembre, la Arena Ciudad de México se convirtió en un campo de batalla vikinga cuando Amon Amarth, la banda sueca de death metal melódico, arrasó con su épico show lleno de mitología nórdica y pura adrenalina. Aunque el lugar no alcanzó su máxima capacidad, con un 60% de aforo, la energía de los fanáticos mexicanos se sintió al máximo, creando una atmósfera de fuego y poder. Los riffs potentes y la imponente voz de Johan Hegg dejaron claro que, aunque no estuviéramos en un estadio lleno, la conexión con el público estaba más viva que nunca.
La escenografía estuvo brutal, con fuego, luces y símbolos vikingos que te transportaban directo a otro mundo. Temas como The Pursuit of Vikings y Raise Your Horns pusieron a todos a cantar y levantar el puño. La banda no dejó de entregar fuerza y emoción en cada canción, mientras los fans se entregaban sin reservas a la furia del show. En un momento, Johan Hegg, mirando al público, soltó: “You are fuckin’ locos, ¡los amamos, México!” y la respuesta fue pura locura.
Al final, la noche terminó con una energía que dejó huella. Amon Amarth demostró por qué sigue siendo una de las bandas más imponentes de la escena del metal, y México una vez más se mostró como uno de los públicos más intensos y fieles. Un show que quedará para siempre en la memoria de todos los presentes.
Rodrigo Carmona.