La agrupación regiomontana DRIMS lanza su esperado nuevo álbum Los ojos son ventanas, una obra cargada de emociones profundas, introspección y una narrativa poética que aborda temas universales como el amor, el desamor, la pérdida y el autodescubrimiento. Bajo la producción de Paco Huidobro, de la famosa banda Fobia, y con el respaldo de Universal Music México, el álbum marca un nuevo capítulo en la evolución musical de Andrik Palacios, Alex Alanís y Armando Silva.
Con Los ojos son ventanas, DRIMS presenta una colección de canciones en la que cada pista se convierte en una ventana hacia los sentimientos más íntimos de los seres humanos. A lo largo de sus diez temas, la banda explora la vulnerabilidad como una fuerza poderosa, no como una debilidad, invitando a la reflexión sobre las experiencias compartidas a través de letras sinceras y llenas de matices emocionales.
El disco comienza con “Día uno”, una pieza que refleja la incertidumbre y la fragilidad del amor, mientras que “La Luna y Venus” nos transporta a un paisaje cósmico, donde la belleza de los astros se mezcla con las contradicciones de las emociones humanas. “Caster y Roxy” captura la intensidad de una relación, tocando los límites de la pasión y la pérdida. Con temas como “Incendio” y “Cuerda”, DRIMS profundiza en la dimensión introspectiva, llevando al oyente a un lugar donde lo físico y lo espiritual se encuentran en un fuego transformador.
Cada canción de Los ojos son ventanas es como un capítulo independiente, pero al escucharlas en conjunto, forman un mosaico emocional coherente y cautivador. La banda también aborda temas de cuidado emocional, como en “Cúidame”, donde se habla de la necesidad de apoyo en momentos de fragilidad, y el duelo por lo perdido en “Te regalo mi ausencia”. A su vez, “Invisible” refleja el desafío de mantenerse visible en un mundo que parece indiferente a las luchas internas.
El álbum no solo se dedica a explorar el amor y el desamor, sino que también se convierte en un manifiesto de honestidad emocional. Las canciones nos invitan a aceptar la imperfección de las relaciones, a valorar los momentos efímeros y a recordar que cada historia, por pequeña que sea, merece ser contada.
Con Los ojos son ventanas, DRIMS se reafirma como una banda capaz de crear música que toca el alma, proporcionando una experiencia auditiva profunda y llena de significado. Cada tema, más que una canción, es una declaración abierta al sentir, un recordatorio de que la vulnerabilidad es parte esencial de nuestra humanidad y que todos, en algún momento, necesitamos una ventana por donde dejar salir lo que llevamos dentro.