Reseña: Touché Amoré en el Fvckoff Room

Reseña: Touché Amoré en el Fvckoff Room

La noche del 1 de mayo, el Fvckoff Room de la Ciudad de México se encendió con la primera prefiesta del We Missed Ourselves Fest, dando inicio a una temporada largamente esperada por lxs fans del post-hardcore. El encargado de abrir este nuevo ciclo fue nada menos que Touché Amoré, banda californiana que ha sabido construir una base sólida de seguidores en nuestro país gracias a su crudeza emocional y presentaciones viscerales.

Pero antes del estallido de gritos, guitarras y catarsis, el encargado de encender el escenario fue Sad Saturno. El proyecto mexicano ofreció un set acústico muy emotivo, tocando canciones como “Salven la Torre del Reloj” y “Nunca Sabrás que Esta Canción Es para Ti”, que resonaron profundamente entre quienes ya se encontraban listos para dejarlo todo frente al escenario. Fue una apertura que supo preparar el terreno emocional para lo que vendría después.

Cuando Touché Amoré tomó el escenario, lo hizo sin rodeos, llevándonos de inmediato a un terreno íntimo y desgarrador. El setlist navegó por momentos clave de su discografía, incluyendo temas como “New Halloween”, “Amends”, “Just Exist” y “Limelight”, sin dejar fuera cortes más recientes como “Mezzanine” y “Reminders”. La banda ofreció un repaso equilibrado entre nostalgia y actualidad.

Uno de los momentos más especiales llegó cuando al final del show, respondiendo a las peticiones del público, decidieron tocar “Flowers and You”, tema que no figuraba en el setlist pero que generó uno de los momentos más vibrantes y emotivos de la noche. Ese tipo de interacción directa, honesta y humana, es parte del sello distintivo de Touché Amoré.

El Fvckoff Room, con su atmósfera íntima y acústica potente, fue el marco ideal para una presentación intensa y sin filtros. La conexión entre banda y público fue total, dejando claro que la ausencia solo fortaleció el lazo. Este primer show no solo encendió motores: dejó claro que esta temporada del We Missed Ourselves Fest será, más que un ciclo de conciertos, una celebración del reencuentro con nosotros mismos.