La banda tijuanense Vaya Futuro ha dado un nuevo giro a su sonido con Fuego, Guíame, su quinto álbum de estudio. En esta nueva entrega, el grupo experimenta con una energía más agresiva, fusionando géneros como el sludge metal, post-metal, trip-hop y shoegaze para crear su material más intenso hasta la fecha.

Las letras del álbum exploran un hilo conductor claro: el rechazo a diversas formas de control. Canciones como Posesión difuminan la línea entre lo tangible y lo sobrenatural, mientras que El Vacío cuestiona la naturaleza predatoria de los cultos. Temas como Otredad, Sin Nombre y Sin Rostro abordan una postura política abierta, denunciando la deshumanización impuesta por regímenes autoritarios.
El track que da nombre al álbum funciona como un mantra de equilibrio frente a las fuerzas oscuras, mientras que Ascensión utiliza elementos de terror religioso para explorar la dualidad del fuego como fuerza protectora y destructiva. En su mensaje central, el disco invita a comprender el fuego como un agente de cambio, pero también advierte sobre el peligro de dejarse consumir por la ira.
En el apartado sonoro, Fuego, Guíame destaca por su riqueza y contraste. Luis Aguilar (vocalista, guitarrista y compositor) expande su rango vocal como nunca antes, explorando desde falsetes hasta una voz rasposa influenciada por el grunge, incluso incorporando sus primeros growls en un material oficial. La producción y mezcla, a cargo del bajista L.E. Ros, logra capturar la esencia de la banda: una combinación precisa de delicadeza y agresividad que se siente tanto en estudio como en vivo.
Vaya Futuro, integrado por Luis Aguilar, Miguel Ahuage, L.E. Ros y Yuna Tripp, reafirma su identidad musical con un disco que no teme explorar nuevas texturas ni profundizar en temas incómodos. Fuego, Guíame no solo marca una evolución en su sonido, sino que también se presenta como una obra de fuerte carga conceptual que desafía al oyente en todos los sentidos.